Los derechos de los inquilinos en California garantizan el derecho a vivir en un hogar seguro y libre de riesgos. Vivir en una casa o apartamento con moho, plomo o asbesto representa uno de los mayores peligros para la salud. Es responsabilidad del propietario asegurarse de que estos elementos no amenacen a sus inquilinos.
En Friedman & Chapman, nos especializamos en defender a los inquilinos y ayudarles a vivir bajo las protecciones que ofrece la ley de habitabilidad. Los inquilinos tienen varios recursos legales disponibles, pero primero, comprendamos los peligros que presentan estas amenazas.
Peligros para la salud de los residentes
La exposición prolongada al asbesto puede llevar a graves problemas de salud, como cáncer de pulmón, mesotelioma y asbestosis. Inhalar o ingerir incluso una pequeña cantidad de polvo de plomo puede dañar el sistema nervioso, el estómago y los riñones. Por su parte, la exposición al moho puede causar alergias, asma y otras afecciones respiratorias.
El moho también puede dañar el edificio en sí, lo que puede generar problemas adicionales. Por ley, los propietarios deben realizar las inspecciones adecuadas para asegurarse de que ninguna de estas amenazas esté presente en sus propiedades y proteger a sus inquilinos de daños.
¿Por qué debería preocuparme?
El plomo puede encontrarse en pinturas antiguas, y el asbesto se utilizaba comúnmente en materiales de aislamiento y otros materiales de construcción. En edificios antiguos, estos elementos pueden representar un riesgo persistente, especialmente si se están realizando renovaciones o demoliciones. El moho puede estar oculto en cualquier lugar donde haya humedad.
¿Qué herramientas legales tengo?
En virtud de la Garantía Implícita de Habitabilidad de California, los inquilinos pueden presentar una demanda por violación si la propiedad no es segura debido a la presencia de moho, plomo o asbesto. Si un inquilino sufre problemas de salud debido a la exposición a cualquiera de estos peligros, puede demandar al propietario por daños, que pueden incluir:
- Gastos médicos
- Pérdida de ingresos
- Dolor y sufrimiento
- Costos de reubicación si el inquilino tuvo que mudarse temporalmente
Además, los inquilinos tienen derecho a realizar las reparaciones necesarias y deducir el costo del alquiler si el problema es grave y el propietario se niega a solucionarlo, lo que se conoce como la opción de "reparar y deducir". Otra opción es retener el pago del alquiler hasta que el propietario resuelva el problema. Sin embargo, esta opción conlleva riesgos, por lo que se recomienda obtener asesoramiento legal antes de tomar esta medida.
Si te encuentras en una situación similar, lo mejor es consultar con un abogado experimentado, como el equipo de Friedman & Chapman, para explorar tus opciones. Con ayuda legal, enfrentar estos problemas se vuelve más fácil y menos estresante. Permite que nuestros expertos te ayuden.